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Oro líquido... y ecológico


LOLI SÁNCHEZ EGIDO

GERENTE DE ALMAZARA

Ahigal, San Felices de los Gallegos, Lumbrales, Hinojosa de Duero y Sobradillo mantienen la tradición olivarera y aceitera que siempre ha caracterizado a Las Arribes del Duero. Tanto es así que Ahigal es el único pueblo conocido que ostenta el apellido “de los Aceiteros”. Resulta difícil encontrar una vinculación mayor entre el olivar y sus gentes que en estas tierras, donde una serie de productores orgullosos de las labores que ya realizaban sus abuelos, decidieron fundar una almazara en régimen de cooperativa como medio de asegurar la pervivencia de un estilo de vida que allí se remonta, al menos, a la edad Media.

Los antepasados de Loli y el resto de los aceiteros sembraban diferentes variedades de aceituna para asegurarse la cosecha, dado que cada una de ellas presenta diferente producción en diferentes condiciones ambientales. De esta forma, si fallaba una variedad, lo salvaba otra. En la zona generalmente se trabaja la variedad manzanilla cacereña, mucho más grande que la variedad autóctona, “Zorzal de Arribes”, que únicamente está presente en los terrenos de Ahigal de los aceiteros y San Felices de los Gallegos, y que ha sido refrendada gracias a estudios realizados por la Universidad de Córdoba que lo ha incluido en su Banco de Germoplasma Mundial de Olivo. Por su parte, Adezos impulsó el Proyecto Olivar. Una nueva cultura del olivo que identificó seis nuevas variedades autóctonas en la zona.

En las Arribes, el cultivo de los olivos se realiza en bancales de montaña con muros de piedra de pizarra integrados en el entorno, en régimen de secano, utilizando técnicas tradicionales de cultivo como el arado con caballerías o el abono mediante el pasto de las ovejas con otras más modernas como la recolección mediante paraguas vibrador o el empleo de feromonas para tratamiento de plagas. Se espera que este año molturen algo más de 900.000 kilos de aceituna, una cosecha pequeña, pero de excelente calidad.
 


Son tres las almazaras que continúan hoy en funcionamiento dentro del Parque Natural Arribes en la provincia de Salamanca. Las situadas en Aldeadávila de la Ribera y en Villarino de los Aires son de propiedad municipal, y en la tercera de ellas, Aceiteros del Águeda, una cooperativa privada, es donde encontramos a nuestra protagonista, Loli Sánchez que trabaja como gerente y responsable de ventas de la misma. Su almazara, espera alcanzar los 250.000 kilos en 2022, de los cuales, unos 45.000 irán destinados a la producción de 5.000 litros de aceite ecológico, pues es la única que lo elabora en Castilla y León.

El año 2004 un centenar de productores fundaron Aceiteros del Águeda como vía para optimizar todos los procesos que van desde el cultivo, pasando por las podas y tratamientos, hasta la recogida de la aceituna, y elaboración y venta del aceite. Por aquel entonces Loli acababa de graduarse en administración y dirección de empresas y pudo entrar como becaria para realizar unas prácticas temporales. Desde entonces no ha dejado de trabajar para dar a conocer uno de los mejores aceites de nuestro país. 

Desde pequeña Loli siempre estuvo vinculada al olivar de las Arribes, pues su familia, como muchas otras, elaboraba su propio aceite para consumo. El vareo es algo que lleva practicando desde niña. 

Construida en el año 2010 y equipada con la más moderna tecnología, Aceiteros del Águeda es la primera almazara ecológica de Castilla y León. Loli y los socios de la cooperativa desean alejarse del aceite atrojado que tradicionalmente se elaboraba en la zona y apuestan por un producto de altísima calidad basado en recoger, entregar y molturar las aceitunas en el mismo día. La aceituna se recoge por la mañana durante la época del envero: el cambio de color de verde a negro; posteriormente se trasladan a la almazara a partir de las 5 de la tarde y de esta forma consiguen trabajarla por la noche para garantizar que en 12 horas el aceite está elaborado y en los depósitos de acero inoxidable. Si estos procesos se demorasen más tiempo, subiría la acidez y bajaría la calidad del aceite. El zumo de la aceituna se extrae en frío, una técnica que genera menor rendimiento, pero que contribuye también a una mayor calidad del producto. 


Desde que en 2011 comenzaron a elaborar Abade, Loli y sus compañeros han elaborado 25.000 litros de ese primer aceite de oliva ecológico de Salamanca.

Su Aceite de Oliva Virgen Extra, es una elaboración monovarietal de la variedad autóctona Zorzal de Arribes. Procede de olivos vigorosos, y la maduración de su fruto es más tardía, así como más resistente a las heladas. 

En las catas realizadas destaca un sabor intenso afrutado con aromas de hierba fresca, ligeramente y picante. 

Cuando se plantearon la recuperación del cultivo y la elaboración de aceite tenían claro que querían aunar el conocimiento tradicional con las últimas tecnologías disponibles. Cuentan con unas 80 hectáreas, de las cuales están certificadas como ecológico un 25 %. Cada olivo puede dar un máximo de 11 kilos de frutos, siendo esa cantidad la que se necesita para extraer un litro de aceite. 

Loli afronta la actividad comercial acudiendo a todos los eventos y ferias para darse a conocer y conseguir así una venta directa. Cuida personalmente a cada uno de sus clientes y también tiene un comercial en Salamanca que distribuye en tiendas además de la compra online a través de su web.

También organizan visitas a los olivares, catas de aceite y muestran el proceso de producción, creando así una oferta que aúna turismo con la venta del oro líquido de las Arribes.



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