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Una bióloga en las Arribes del Duero

 


CAROLINA MARTIN CORTIJO   

INTERPRETE DE LA NATURALEZA


Al llegar a Monleras desde la ciudad de Salamanca, encontramos varios carteles que nos invitan a seguir unas rutas ornitológicas indicadas para senderistas y también como circuito BTT de diferentes niveles de dificultad que contribuyó a desarrollar Adezos. Son aptas para todo tipo de usuarios, por carecer de dificultad, una buena opción para hacerlo en familia. 

Para conocer estos recursos y otros tesoros naturales en torno al embalse de Almendra, hemos quedado con Carolina Martín Cortijo, vecina del pueblo, bióloga de formación y amante de la naturaleza por cuestiones casi genéticas. Carolina nos informa que por el primero de los caminos llegaríamos hasta el bonito molino de Samuel, que es visitable. A la derecha encontramos los reculajes del embalse, que ejerce de frontera natural con la provincia de Zamora acogiendo las aguas del río Tormes tras su paso por la villa de Ledesma donde pasa encajonado, con el cauce definido y manteniendo un bosque de ribera. 

Cuando el agua del río llega a los reculajes, ese bosque ya no existe debido a las variaciones del volumen de agua del pantano. Durante los periodos continuados de sequía, en los que estas áreas quedan descubiertas, comienza a producirse el proceso ecológico de recolonización por la naturaleza, comenzando con la aparición de herbáceas y posteriormente pequeñas matas que atraen a los primeros pájaros portadores de semillas… de esta forma, el ciclo de la vida comienza una vez más. Todo ello termina cuando vuelven de  de nuevo las crecidas, y anega de nuevo el campo, interrumpiendo su desarrollo. 


Cruzando ahora la carretera que se encamina a Trabanca y en las cercanías aún de Monleras, Carolina nos enseña otro punto interesante: una potabilizadora natural basada en la fitodepuración. que han construido generando tres balsas consecutivas por donde circulan las aguas residuales del pueblo para limpiarse gracias a las raíces de diversas plantas como la anea o la espadaña que ayudan a filtrar y depurar las aguas por decantación y que terminan en un humedal donde acuden las aves. 

Carolina también realiza rutas guiadas por la zona de las Arribes, llegando incluso al área de Puerto Seguro. Nos cuenta que en el entorno del pantano, pueden verse fochas, chorlitejos, andarríos chicos, ánades azulones o la garza real. 

Cerca de allí  llegamos a un monte público adehesado que alberga una campa denominada El Territorio del Juego, allí encontraremos una serie de juegos tradicionales reutilizando materiales del entorno, como el juego de las ranas, los bolos, las chapas, la oca, un laberinto, etc. 

Avanzando por la carretera SA-302, al pasar por el puente del Regato del Villar, aprendo que bajo él anida una colonia de avioncillos, y en el monte de encinas se esconden jabalíes, zorros, algún corzo, y cerca del pantano nutrias, tejones, garduñas y ginetas. Hay manchas de bosque mixto  de encinas y robles y en las zonas más próximas a los cauces de agua encontraremos fresnos, álamos y sauces. 

Todos los pueblos del embalse, reciben un canon compensatorio. Gracias a ello, Sardón de los Frailes ha podido desarrollar una serie de infraestructuras de alta calidad que mejoran la vida de sus vecinos. Entre ellas destacan la  gran piscina climatizada que se convierte en piscina al aire libre en los meses de verano, un amplio y moderno pabellón para practicar todo tipo de deportes, un restaurante y diversos alojamientos turísticos, además de numerosos servicios que brindan a sus habitantes. También en Sardón encontramos varias rutas de senderismo y BTT. De hecho, el ayuntamiento de Sardón de los Frailes ofrece la posibilidad de alquilar bicicletas para recorrer los más de 55 kilómetros de caminos señalizados que comunican las cinco localidades que conforman la comarca del Bajo Tormes: Almendra, Monleras, Villaseco de los Reyes, Sardón de los Frailes y El Manzano.  En 1958 se inició la compra 1500 hectáreas del término de Sardón de los Frailes para la construcción de la presa, por las que se pagaron 17.000.000 pesetas y que finalizó en 1970, anegando con agua embalsada más del 50% del término de Sardón.


Continuando por la carretera pasamos junto a Almendra, el pueblo que da nombre al embalse y su presa, para llegar a la cual, deberemos tomar el desvío que sale a nuestra derecha, unos kilómetros antes de llegar Trabanca. Conocido el embalse como el mar de Castilla, su presa tipo bóveda puede llegar a almacenar 2.586 hectómetros cúbicos de agua que se canalizan a través de una tubería de 15 kilómetros de longitud y 7,5 metros de diámetro, hasta alcanzar Villarino, pues es allí donde están las turbinas que aprovechan 402 metros de desnivel para aumentar la fuerza de caída al entrar en las turbinas situadas dentro de un espacio excavado en la roca.  El paredón de la presa alcanza una altura sobre los cimientos de 202 metros y una longitud de 567, lo que la convierte en el segundo embalse con mayor capacidad de entre los construidos en España.

Apoyados en la barandilla que se asoma al aliviadero de la presa, Carolina me hace notar el paisaje granítico típico ya de las Arribes del Duero con paredes escarpadas custodiando el cauce del río. No en vano, el desvío que nos ha traído hasta la presa marca el comienzo del Parque Natural Arribes del Duero. Con la vista puesta en el anfiteatro que conforman los cortes en la roca de la antigua cantera de granito de donde se extrajo la piedra para su construcción y que alberga una laguna de aguas de procedencia subterránea, Carolina me confiesa que desde niña le apasionaba la naturaleza y que estudió Biología y posteriormente  un ciclo formativo superior en Gestión y Organización de Recursos Naturales y Paisajísticos. 

Sobre nuestras cabezas han sobrevolado milanos, gavilanes y águila calzada, culebrera y ratonera. Entre los arbustos se escondían tórtolas, alcaudones, oropéndolas y ruiseñores. 

Siguiendo el curso del río Tormes llegamos al paraje de Entrambasaguas donde éste encuentra al Duero en el término municipal de Villarino. Cerca de allí, en el término de Trabanca encontramos al exhausto Tormes que llega disminuido a esta zona, separando las provincias del Salamanca y Zamora. Por allí pasa el camino de gran recorrido GR14, la conocida como Senda del Duero, que comienza en los Picos de Urbión hasta entrar en Portugal. Se nota ya el microclima más cálido que es característico de las Arribes del Duero.

Aquí termina el recorrido por el que nos ha guiado Carolina. Con su empresa, Petired Natura, le gusta mostrar la naturaleza y emocionar al visitante reconociendo sendas, enclaves y otras maravillas. Organiza cursos, campamentos y talleres de educación ambiental y considera  imprescindible la divulgación de los recursos y las necesidades del ámbito natural y por eso colabora en publicaciones e informes que contribuyen a conservar nuestra biodiversidad.


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